lunes, 13 de febrero de 2012

Soledad y vida:

Nunca creí que la soledad fuera siempre mala compañía. Al contrario que tanta gente, yo no la veo tan negativa. Negativa, sí, pero en ocasiones necesaria. El hombre normalmente nace inmerso en una sociedad y, por lo tanto, tiende a estar constantemente acompañado de otras personas los primeros años de su vida. Así, va aprendiendo mediante la imitación unos aspectos y otros tantos mediante la educación que se le proporciona. Pero es en la adolescencia donde dicha situación va más allá. Es cuando el ser humano se encuentra con que las cosas pueden no ser como toda la vida se las han mostrado y necesita cuestionarse. Así, nace una necesidad imperiosa de independencia frente a los padres, ya que se descubre que no es verdadera la idea que se tiene cuando eres pequeño de que necesitas a tus padres para sobrevivir. Uno se da cuenta de que no es así y necesita demostrárselo a los demás, pero sobretodo a sí mismo. Por ello, otro aspecto muy importante en la adolescencia es la soledad, porque ésta es una fuente de reflexión, es una forma de demostrar a la sociedad que no la necesitas, una forma de rebeldía, de adentrarse en uno mismo sin que nadie pueda interferir. No podemos decir que la soledad sea un aspecto negativo del ser humano, sino que simplemente como tantas otras cosas, si se sabe moderar su “uso” podemos sacar mucho beneficio de ella. No debemos confundir la soledad con una herramienta o un recurso que poseemos los seres humanos, pues siemplemente es una situación. Por otro lado, una persona solitaria, es decir, que experimenta la soledad continuamente, nunca podrá ser feliz por una sencilla razón, y es que la verdadera felicidad se encuentra en los demás. Si tú te avocas a la soledad continuamente por propia voluntad estás siendo dos cosas: por un lado cobarde, y por otro egoísta. El hecho de que seas cobarde es bastante simple, y es que dicha soledad es la burbuja que hace que no tengas que enfrentarte a la sociedad, a la realidad, hace que no tengas que arriesgar, ni perder ni ganar, simplemente estar ahí, solo. Hombre, a esto se podría decir “bueno, ¿y la superación personal? ¿Se lleva a cabo en soledad no?” y a ello va el segundo punto. La superación personal es una fuente de mejora eventual de la que no se debe abusar. Es una serie de retos personales que ayudan a la persona a ser mejor, pero claro, he ahí la clave, y es que, ¿ser mejor con quién? En una vida de soledad la superación personal solo irá orientada a uno mismo y por lo tanto dicha superación será egoísmo. Nos encontraríamos ante un aprendizaje hacia uno mismo, el cual no se quiere, directa o indirectamente, compartir con los demás. Por ello, la soledad excesiva es egoísta.

Con todo esto podrías preguntarte que cual es mi conclusión, ya que he hablado tanto mal como bien de la soledad. Pues bien, en mi opinión, es una buena aliada en determinados momentos de la vida, pero nunca se debe dejar que se convierta en nuestra compañera de viaje.

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